Actualidad rabiosa.    
     
(Por Ludovic Carlsson Svenson, "Cegatito de San Bernardo").    
 

Pamplona (Navarra, España), 14 de septiembre de 2016. Actividad frenética en torno a Revillita. Todos los medios se hacen eco de la nota que la oficina de prensa del maestro les ha enviado con ruego de publicación, en la que confirma su ruptura con Justinita, su última novia. La nota dice textualmente: "El Maestro Revillita y la señora Justinita Puchades Angoso han decidido de mutuo acuerdo el cese temporal de su convivencia. Revillita ruega a los periodistas máximo respeto por la privacidad de ambos y que no le aparquen en el vado permanente." Como se trata de una noticia de gran repercusión mediática que puede causar gravísimos efectos colaterales en el ámbito taurino, he llamado a Apoderao para tener una información más completa.

- Apoderao, me gustaría saber más sobre la situación actual de Revillita. Te llamo por la ruptura de Revillita y Justinita, que está en todas las portadas, un asunto muy triste que puede afectar al maestro en lo que queda de temporada.

- Estoy seguro de que no le afectará nada.

- ¿Por qué?

- Porque no va a torear más este año.

- ¿Cuántos festejos ha sumado Revillita en 2016?

- Haciendo una cuenta rápida, me sale que ha toreado un festejo, en El Montecillo.

- Apoderao, eso me parece poca cosa...

- No lo creas, Revillita es un artista y tiene que respirar entre corrida y corrida para oxigenarse y cargar pilas. Hay que darle sus tiempos. Este no fabrica arandelas en una prensa, sino que crea arte. Estoy convencido de que gestiono su carrera de manera óptima, fíjate que José Tomás copia cada año nuestro concepto de temporada, es decir, pocas corridas, bien elegidas y a triunfar.

- Eso está claro, el paralelismo entre las carreras de Revillita y José Tomás no pasa desapercibido al aficionado.

- Además, recuerda que en esa corrida, Revillita le pegó un repaso al impresentable de Castañita que lo dejó pensativo.

- Disculpa si te extorsiono, Apoderao, pero yo tuve el honor de presenciar aquel festejo, y si bien reconozco que Revillita estuvo cumbre e hizo gala de un toreo mayestático profundizando en el camino que descubrió Manolete, también digo que Castañita, potente en su expresión y caudaloso en su sabiduría, desplegó un toreo rotundo, de estremecedor empaque ordoñista. Si me permites el símil futbolístico, afirmo que el mano a mano terminó en sensacional empate.

- No voy a discutir contigo, Cegatito, porque eres buena gente y no quieres poner mal a ese tuercebotas de Castañita. Corramos un tupido velatorio.

- Me parece bien, pero ya que ha surgido el nombre de Castañita, debo preguntarte por una cuestión cada vez más preocupante, pues sus rotundos triunfos, junto con los de Revillita, han situado a ambos diestros en la cima de la Tauromaquia, de modo que acumulan millones de seguidores en todo el mundo, que han formado dos bandos entre los que ha surgido una rivalidad exacerbada que puede terminar causando enfrentamientos y peleas realmente peligrosas. Sé de buena tinta que los ministros del interior de las principales potencias llevan tiempo analizando la cuestión, para evitar problemas serios de orden público. ¿Qué opinas de todo esto, piensas tomar medidas para tratar de que las aguas vuelvan a su cauce y no ocurra ninguna desgracia?

- Cegatito, como sabes, soy totalmente contrario al empleo de la violencia salvo si es en mi beneficio, obviamente. En aras de lograr una paz duradera, puedes tener la certeza de que Revillita y su cuadrilla se mantendrán alejados de cualquier polémica y no contestarán a ninguna provocación de los seguidores de Castañita, que son todos unos cabrones.

- Ya me quedo más tranquilo. Me gustaría preguntarte algunas cosas, las que se puedan contar dentro de lo que permiten el respeto y la buena educación, para explicar lo mejor posible la ruptura entre Revillita y Justinita. Por ejemplo, cómo y cuando se conocieron.

- Hará unos dos años. Me invitaron al Teatro Real, donde representaban la obra "Fuenteovejuna", de Lope de Vega. Yo me llevé a Revillita y a Melgibson, para que descansaran un poco de los entrenamientos.

- No sabía yo que Revillita fuese aficionado al teatro.

- Hombre, le gustan más Los Pitufos y Barrio Sésamo, pero se decidió a venir. Además tuve la precaución de comprarles piruletas de las gordas, y estuvieron bastante entretenidos, aunque no les gustó mucho la obra. Al terminar, me dijo Revillita en voz baja: "Apoderao, pues no me parece que Lope de Vega sea un gran dermatólogo."

- ¿Cómo?

- Quería decir "dramaturgo", el animal.

- Cosas de los genios.

- Si tú lo dices... tras terminar la obra, estuvimos un rato en los pasillos, charlando en diferentes grupos, y allí fue donde se conocieron Revillita y Justinita. Pasaron varios minutos hablando y luego Revillita me la presentó y me dijo entusiasmado: "Justinita es Doctora en Matemáticas y tiene un cerebro privilegiado, su coeficiente intestinal es de 170."

- No entiendo eso.

- Se refería a coeficiente intelectual, el imbécil.

- Cualquiera tiene una confusión, tratándose del aparato respiratorio.

- Por supuesto. Me dijo: "Apoderao, Justinita me gusta mucho desde el primer momento, esto es un flechazo con muchos indios, si me permites el aborigen." Yo le recomendé cautela, porque en el amor, como en las faenas, hay que ir de menos a más.

- Buen consejo, Apoderao, propio de un ser superior como tú.

- En efecto, soy tan grande que si me multiplico por cero, hay números de sobra para llenar un disco duro de los gordos. El caso es que comenzaron a salir y aunque cada uno vivía en su casa, Justinita solía pasar los fines de semana en la finca de Revillita.

- Se le veía feliz al maestro, incluso más asentado, diría yo.

- Cierto, la influencia de Justinita era muy positiva, pero como yo suponía, lo único eterno en este mundo es que el Real Madrid siempre gana más Champions que los demás.

- Como debe ser.

- Hace aproximadamente un año las cosas comenzaron a torcerse. Voy a leerte un email que escribió Revillita, del que yo también recibí copia:

"Mis queridas amiguitas Elenita, Amayita y Martita, disculpad si os extorsionizo pero necesito vuestra ayuda. Apelo a vuestra condición de mujeres cultas, bellas y bravías para pediros consejo, pues estoy en un apuro. Como sabéis, desde hace varios meses salgo con Justinita Puchades Angoso, una chica estupenda con la que todo marchaba sobre ruedas de las muy circulares hasta el otro día. Me pidió que le escribiera un poema romántico, a lo que accedí encantado, y cuando lo leyó, se enfadó mucho, me dijo cosas horribles y se marchó dando un portazo. Desde entonces no me coge el teléfono, y la verdad, no entiendo el motivo de su enfado. ¿He hecho algo mal? ¿Podéis aconsejarme para recuperar a Justinita? Espero vuestra respuesta.

Muchas gracias anticipadas, es decir, con anticipación.

Por si os da una pista, éste es el poema que le escribí:

Oda a Justinita

Oh, Justinita, mi bella amada,

tienes los ojos más bonitos que las estrellas,

el pelo como las olas del mar,

la sonrisa llena de luz.

Y además ese par de tetas, que tiran más que dos carretas,

si me permites el esfuerzo de tracción animal.

Quiero verte amanecer en mi cortijo,

entre besos y azucenas,

abandonada en mis brazos.

Eres mi amor, mi único amor,

eres todo mi amor.

Quiero tenerte siempre.

Viviré, pensaré y soñaré por ti,

seré todo lo que tú quieras,

haré todo lo que tú necesites,

pero por favor,

cuando te lleve en el Mini,

no me plantes en el salpicadero

esas manazas." 

- Apoderao, no entiendo por qué se enfadó con Revillita, cuando era ella la que plantaba las manazas en el Mini, con lo feo que está eso.

- Yo tampoco lo entiendo, pero me importa tres cojones.

- Tampoco sé quiénes son Elenita, Martita y Amayita, a las que se refiere el maestro en el inicio de su nota.

- Cuando me hice cargo de la carrera de Revillita, puse a su disposición varios consejos asesores, para quitarle presión, de manera que él solo tenga que preocuparse de entrenar, torear y triunfar a golpe cantado. En concreto, Elena, Marta y Amaia forman el Consejo Asesor para Asuntos Amorosos, Carpintería de Aluminio y Extracción de Raíces Cúbicas sin Pegar Tirones. Son tres mujeres muy inteligentes, a las que Revillita les consulta a menudo y las quiere mucho, por eso siempre las nombra con diminutivos. Además, Martita es la Directora General del Parque Móvil de Revillita, cargo de máxima confianza en nuestra cuadrilla.

- Entonces me gustaría saber si estas tres asesoras pudieron ayudar a Revillita en este caso.

- Le recomendaron que los siguientes poemas los escriba con tinta invisible, para evitarnos problemas a todos.

- Entonces supongo que todo quedó arreglado.

- Más o menos, a Justinita se le pasó el enfado pero poco tiempo después, Revillita envió otro correo preocupante:

"Mis queridas amiguitas Elenita, Martita y Amayita: disculpad si os extorsionizo, pero necesito vuestra ayuda, puesto que mi situación es muy complicada y roza la desesperación con mucho coeficiente de rozamiento. Apelo a vuestra condición de mujeres bellas, cultas y bravías para pediros consejo sobre un asunto amoroso. Como sabéis, desde hace unos meses estoy con una chica estupenda (Justinita Puchades Angoso), con la que todo va muy bien, excepto cuando sale el tema de los Minis y los salpicaderos, pero ese es otro tema. El caso es que el viernes pasado, Justinita me invitó a una cena romántica en un restaurante muy cuco llamado "El rincón de Gustavín", donde pasamos un rato muy agradable. A los postres, Justinita se inclinó hacia mí, se soltó un botón de la blusa y me preguntó susurrando: "Revillita, ¿sabes qué falta para que esta noche sea perfecta?" En ese momento, vi que goteaba un poco el radiador de la pared, y le contesté: "lo sé, falta una llave de perro, que me la traigan inmediatamente, yo mismo aprieto esa contratuerca." Bueno... ni que hubiera mentado al Diablo: Justinita se levantó, me dijo cosas horribles y se marchó muy enfadada. Desde entonces, ni me habla ni responde a mis llamadas, lo cual me hace intuir que está enfadada conmigo, y no sé cómo arreglar esta situación, pues reconozco que ninguna de mis anteriores novias mostró nunca animadversión hacia las llaves de perro, y por ello, como diría un tonto con estudios, me falta know how para resolver este input. ¿Me podéis dar algún consejo para lograr que Justinita vuelva conmigo?

Gracias anticipadas, es decir, con anticipación."

- Eso ya tenía mala pinta, Apoderao...

- Muy mala, afortunadamente Revillita hizo caso de los consejos de Martita, Elenita y Amayita y pidió disculpas a Justinita, que las aceptó un poco a regañadientes, pero el disgusto lo llevaba encima.

- No me extraña, cualquiera vuelve al Rincón de Gustavín sabiendo que los radiadores tienen fugas...

- Correcto. El caso es que todo pareció normalizarse, pero poco después, la situación se complicó debido a Mari Pili Torresnos, una vecina muy simpática y vistosa que nunca contó con el beneplácito de Justinita, que posiblemente la veía como a una rival peligrosa. Aquí tengo el email que Revillita escribió pidiendo consejo, y que leo textualmente:

"Mis queridas amiguitas Elenita, Martita y Amayita, disculpad si os extorsionizo pero necesito vuestra ayuda, más que nunca. Apelo a vuestra condición de mujeres cultas, bellas y bravías puesto que mi situación es complicada debido a mi vecina Mari Pili Torresnos, apasionada de los Minis. Es Doctora en Zoología y gran experta en anatomía de los primates. Me ha invitado varias noches a su casa porque quiere tomar medidas de mi cuerpo, ya que dice que le parezco un primate muy interesante, pues le recuerdo mucho a los monos saltarines de Borneo (cosa que me halaga sobremanera), pero yo me he negado amablemente tras conocer el método que utiliza para medir a los animales de sus estudios. Según me explicó, yo tendría que estar en pie sobre la mesa del comedor, totalmente desnudo, con la cola tiesa, levemente inclinado hacia atrás y con los brazos en jarras, lo que ella denomina "la posición del jotero enjundioso". Esto no me convence porque Mari Pili debería subirse a la mesa para tomarme las diferentes medidas, y me temo que en cualquier momento podría perder el equilibrio, y para evitar una caída, se agarraría a lo primero que tuviese a mano, en este caso mi cola, y posiblemente me daría un tirón considerable que me haría pupita. Además, confieso que me da mucho corte estar ante toda una doctora de ese modo sobre la mesa, pues reconozco humildemente que no sé cantar jotas, por lo que mi pose resultaría artificiosa, y seguramente tampoco sabría mover la cola con la misma gracia que los monos saltarines. Me estoy imaginando el cuadro de ese Revillita en pelotas encima de la mesa, expuesto como un animal disecado y no lo veo claro, no. He comentado el asunto con Justinita y ha dicho cosas realmente feas e irreproducibles de Mari Pili Torresnos, despreciando totalmente su método científico. Además, me ha dicho que me mantenga alejado de Mari Pili y se ha puesto hecha una fiera conmigo, hasta el punto de que ha dado un portazo y ha salido pitando. Yo no quiero que Justinita se enfade, pero tampoco quiero ser maleducado con Mari Pili, que es muy amable conmigo y siempre me trae chupa-chups. ¿Qué debo hacer para encontrar una solución buena para todos? Por favor, contestadme lo antes posible.

Gracias anticipadas, es decir, con anticipamiento."

- Apoderao, observo que Revillita se vio inmerso sin quererlo en una situación harto complicada.

- Así es, él no tuvo la culpa de nada, pero fue el que se llevó una bronca de órdago y un disgusto, pues de repente vio que se podía quedar sin novia o lo que es más grave, sin chupa-chups.

- ¿Y que le recomendaron a Revillita sus consejeras Elenita, Martita y Amayita?

- Le dijeron que se fuera lejos unos días, a mi mansión de Calasparra, para dar tiempo a que Mari Pili Torresnos encontrase otro primate. Afortunadamente, el consejo funcionó, y un par de semanas después, volvió Revillita y Justinita estaba más calmada, por lo que continuaron con la relación, aunque por esas fechas, yo notaba que las cosas no iban como al principio.

- Eso pasa en todas las relaciones, Apoderao, se van sumando pequeñas cosas que pueden acabar rompiendo el vínculo vinculante, si me permites el gerundio.

- Estoy de acuerdo. Las cosas se calmaron durante unas semanas, hasta que surgió otro incidente, como puedes comprobar en el siguiente correo que Revillita envío a sus tres consejeras:

"Mis queridas amiguitas Elenita, Martita y Amayita, disculpad si os extorsionizo pero necesito vuestra ayuda, más que nunca: mi situación es realmente difícil. Apelo a vuestra condición de mujeres bellas, cultas y bravías para pediros consejo sobre una cuestión amorosa que no pinta bien. Como sabéis, desde hace varios meses salgo con una chica estupenda (Justinita Puchades Angoso), con la que todo marcha muy bien siempre que no toquemos el tema de los salpicaderos de los Minis, las llaves de perro ni los primates, cuestiones que le incomodan sobremanera y que yo trato de evitar. Hace unos días me invitó a una cena con varios amigos suyos, matemáticos y físicos, porque a uno de ellos le concedían un premio en reconocimiento a sus trabajos en el campo de los números primos, que son todos unos cabrones. Nos sentamos cinco parejas en una mesa redonda y yo pedí un filete de ternera con pimientos verdes, que es un plato muy rico y completo, pues tiene muchas proteínas y carbohidratantes. El caso es que noté un sabor algo raro y artificial en el filete, y cuando pasó cerca el camarero, le llamé y le dije: "perdone, amigo, ¿esta ternera es de piscifactoría? Bueno... ni que hubiera mentado al Diablo... allí se hizo el silencio total, Justinita se puso muy colorada de repente, se levantó y salió corriendo. Yo la seguí hasta el aparcamiento, pero se metió en el coche sin decir nada y pegó un acelerón como si fuera Kimi Rinconen, o cualquier otro piloto de Fórmula 1. Desde entonces ha sido imposible hablar con ella, ni me coge el teléfono ni contesta a mis mensajes, por lo que imagino que se ha enfadado conmigo, aunque no comprendo exactamente el motivo, pues opino que puede ser contraria a la cría de terneras en piscifactorías, pero tampoco se debe hacer un drama de esto. ¿Qué puedo hacer para arreglar este malentendido? Por favor, necesito vuestros consejos la antes posible, ya que esta situación me resulta desagradable.

Gracias anticipadas, es decir, con antibióticos."

- Apoderao, mal asunto cuando una frase inocente ocasiona un nuevo disgusto, y otro tema complicado para Elenita, Martita y Amayita, sin duda. ¿Qué le dijeron estas tres guapas chicas a Revillita?

- Le dijeron de todo.

- Entendido.

- En mi opinión son cosas que pasan, es lo normal entre personas sometidas a gran estrés, como el caso que nos ocupa, pues Revillita está siempre en el ojo del huracán debido a su profesión, y Justinita no para de investigar en el campo de las Matemáticas, que eso también tiene gran dificultad, por muy preparada que esté. Total, que la relación parecía ir tirando aceptablemente, hasta que un tiempo después, recibí este otro email de Revillita, acompañado de esta foto de Mari Pili Torresnos.

- ¡Dios mío, otra vez Mari Pili Torresnos, no! ¿Quién me pone la pierna encima?  ¿Qué dice el email?

- Te leo textualmente:

"Mis queridas amiguitas Elenita, Martita y Amayita, disculpad si os extorsionizo pero necesito vuestra ayuda, más que nunca: mi situación es desesperada. La chica de la foto es mi vecina Mari Pili Torresnos, Doctora en Zoología y apasionada de los Minis. Se ha ofrecido varias veces a venir a mi jardín para lavar mis dos queridos Minis (Pitufito y Naranjito), pero yo me he negado amablemente, pues no hace falta mirar la foto con mucho detenimiento precisamente para escandalizarse tras ver algo de pésimo gusto y que canta a un kilómetro de distancia: esta chica utiliza un tono de labios totalmente inadecuado, que no pega nada con su color de piel. Yo me pregunto: ¿cómo sale así al jardín e incluso permite que le hagan una foto de esta guisa? Se me llevan los demonios solo de pensarlo. Además, vemos que la doctora aplica el jabón a la vez en el techo y en el lateral, una técnica ineficaz y totalmente obsoleta que no me genera ninguna confianza, pues lo más normal es que luego queden marcas, con lo que soy yo para las marcas... por no hablar de la impresentable y minúscula camisetita, inadecuada a todas luces halógenas, ya que le aprieta mucho en la zona de las axilas y seguro que le dificulta notablemente el movimiento de los brazos, y aquí llueve sobre mojado, pues se trata de un impedimento más a la hora de lavar bien el coche, que es de lo que se trata. También, los más detallistas quizá habrán notado que Mari Pili lleva las tetas fuera, y eso no me gusta en absoluto: por ahí no paso de ninguna manera, faltaría más, pues es de suponer que cuando estuviera frotando el parabrisas con un poco de garbo, se le agitarían ambas tetas de modo bastante descontrolado y podría golpear un espejo retrovisor y moverlo, y yo para los espejos soy muy puntilloso, ya que doy gran importancia al ángulo muerto. Por si todo esto fuera poco, en la urbanización hay muchos comentarios negativos sobre la doctora, y se escuchan cosas harto preocupantes por no decir escabrosas. La primera: dicen que Mari Pili lava el coche empleando detergente no biodegradable, lo cual hiere en lo más hondo a quienes abogamos por un planeta sostenible. Para más inri, es vox pópuli que Mari Pili derrama mucha agua, y esta infrautilización de los escasos recursos hídricos me parece del todo inaceptable. Si soy sincero, no me gustaría pasar el amargo trago de verla en mi jardín lavando mis coches y atentando contra la Naturaleza de modo tan irresponsable. Ni me atrevo a imaginar qué pensarían mis vecinos si me vieran junto a ella en estas circunstancias. Además, me temo que si la doctora viniera a lavarme los coches, seguramente acabaría perdida de agua jabonosa (como en la imagen) y me pediría permiso para entrar en casa y darse una ducha, con lo que volveríamos al injustificado derroche de agua. Francamente, me imagino a Mari Pili Torresnos en mi ducha, desperdiciando alegremente el líquido elemento, y me pongo enfermo, no quisiera contemplar tan desagradable escena. Es más, afirmo tajantemente que prefiero llevar mis coches sucios antes que soportar que me los lave Mari Pili, eso sí que no. Pues bien, a pesar de mis reiteradas evasivas, ella sigue insistiendo. He comentado el asunto con Justinita para que me diera alguna idea y ha comenzado a decir cosas muy feas sobre Mari Pili y me ha echado una bronca enorme, como si fuera yo el que derrocha el agua... esto me duele mucho. Además, se ha puesto muy nerviosa, ha abierto los cajones de la ropa e incluso ha tirado por la ventana mis calzoncillos del Real Madrid, hecho gravísimo que no puedo admitir de ninguna manera. Yo no quiero que Justinita se enfade conmigo, pero tampoco deseo ofender a Mari Pili, que siempre es muy simpática y se ofrece a ayudarme con tanta amabilidad, que por supuesto agradezco. Por favor, queridas amiguitas, pensad en alguna solución que sea buena para todos, confío en vuestra inteligencia y saber hacer.

Gracias anticipadas, es decir, sin retrasamiento."

- Apoderao, observo que una vez más, Revillita se vio envuelto en un serio problema que él no había creado.

- Cierto, afortunadamente una vez más contó con el asesoramiento de sus tres consejeras, que le recomendaron evitar a Mari Pili durante unos días y esconder los coches, cosa que funcionó.

- Más vale, porque Mari Pili Torresnos lavando un coche puede dar lugar a situaciones conflictivas, incluso si reduce el consumo de agua hasta niveles aceptables...

-  Está claro que Mari Pili es guapa, simpática, inteligente, muy atractiva... sin duda es el tipo de mujer que ninguna chica quiere ver cerca de su novio, por si acaso. De todas formas, el desgaste era cada vez mayor. Hace poco me dijo el maestro: "Apoderao, Justinita me está sometiendo a gran presión. No exagero si te digo que el mes pasado me llamó por lo menos dos veces para interesarse por mí, no entiendo esa manera de insistir. Además, estaba leyendo el Mortadelo y me interrumpió, con lo que me fastidia perder el hilo. No sé, creo que esta relación se está deteriorando por la manía que tiene Justinita de preocuparse por mi, lo que pienso, mis planes, etc. No me explico por qué le gusta tanto preguntar por todo eso. Yo me conformo con meter cola de vez en cuando, como es lógico, pero no me gusta que me atosiguen."

- Estoy totalmente de acuerdo con el maestro, Justinita se estaba pasando un pelo.

- Yo pensé lo mismo y le dije a Revillita que tuviera paciencia, pero el asunto se terminó de fastidiar con lo del parkour...

- ¿Qué es eso?

- El parkour es un deporte urbano que consiste en avanzar a base de saltar barandillas, agarrarse a las vallas, brincar por las tapias y ventanas, etc.

- Tal como lo cuentas, parece una gilipollez muy grande.

- Exacto, supongo que lo inventaría un tonto del culo, pero a Revillita le viene muy bien para mejorar la agilidad y los reflejos. Se lo recomendé yo mismo, recuerdo que le dije: "maestro, todo lo que sirva para saltar la barrera, superar obstáculos y escapar de muchedumbres cabreadas, conviene tenerlo bien entrenado." Me hizo caso, así que lo practica todos los días, cosa que no le gustaba nada a Justinita porque era otra actividad que les restaba tiempo de estar juntos.

- Entiendo.

- Además, Revillita hace un ejercicio extra específico para los romboides, que son unos músculos de la espalda fundamentales para muchos movimientos de impulso y agarre. Total, menos tiempo aún con Justinita, que oía lo del parkour y se ponía de los nervios.

- Mala cosa cuando la actividad de uno le disgusta al otro...

- Exacto, la relación fue tambaleándose hasta que hace unos días se acabó de romper. Aquí están el correo y la foto que nos envió Revillita, como verás, el final se adivinaba muy cercano:

"Mis queridas amiguitas Elenita, Martita y Amayita, disculpad si os extorsionizo pero necesito vuestra ayuda, más que nunca: mi situación es muy difícil. Apelo a vuestra condición de mujeres bellas, cultas y bravías para pediros consejo sobre una cuestión amorosa que no tiene buena pinta. Como sabéis, desde hace varios meses salgo con una chica estupenda (Justinita Puchades Angoso), con la que todo marcha muy bien siempre que no salga el tema de los salpicaderos de los Minis, las llaves de perro o las piscifactorías, cuestiones que le incomodan sobremanera y que yo trato de evitar. Hace unos días me llamó a casa para que la acompañara a comprarse unos zapatos, sin darse cuenta de que yo odio ir de tiendas hasta el punto de que toda la ropa me la compra la asistenta, como es lógico. Afortunadamente, yo tenía la excusa de que estaba entrenando y se lo hice saber, incluso le dije que en ese momento estaba con mi entrenador personal (Epi) haciendo varios ejercicios muy duros para potenciar mis romboides, músculos de la espalda que requieren un trabajo específico realmente concienzudo. Además, le comenté que también estaban conmigo dos señoras muy amables a las que no podía dejar plantadas: mi Jefa de Prensa Mari Encarni (también Presidenta de la Peña Taurina Femenina Revillita), que viene a animarme a todos mis entrenamientos y me trae unos bocatas de tortilla de patatas muy ricos, y mi vecina Mari Pili Torresnos (Doctora en Zoología y experta en anatomía de los primates), que supervisa los ejercicios, me controla las pulsaciones, presión arterial, etc. Le expliqué todo esto a Justinita y le dije que por tanto, no la podía acompañar de ninguna manera. Ella contestó algo malhumorada que era la excusa más rara que había oído en su vida y si era verdad, que le enviase una foto inmediatamente para que pudiera creerme. Yo, al momento, pedí a Mari Encarni que me hiciera una foto entrenando, a lo que accedió amablemente, y se la envió a Justinita. A los pocos segundos Justinita me llamó y me dijo gritando de un modo muy brusco: “tú eres gilipollas y tus romboides también. Quédate con esas dos lagartas y no me vuelvas a llamar en la vida, capullo”, y me colgó el teléfono. Esto me hizo suponer que Justinita se había enfadado conmigo y no quería verme. Desde entonces, he intentado hablar con ella varias veces para arreglar la situación, pero ha sido imposible: no contesta a mis llamadas, mensajes, etc. Por eso necesito vuestra ayuda, mis queridas amiguitas. ¿He hecho algo mal? ¿Tal vez ando escaso de romboides y por ello se ha enfadado conmigo Justinita? ¿Debo pedir a mi asistenta que acompañe a Justinita a comprarse zapatos y todas esas gilipolleces para que me deje en paz? ¿Qué puedo hacer para arreglar esto? Por favor, necesito vuestros consejos la antes posible, ya que esta situación me resulta desagradable.

Gracias anticipadas, es decir, con antílopes."

- Como puedes ver, Justinita se enfadó mucho y prácticamente dio por terminada la relación en ese momento. Hace un par de días llamó por fin a Revillita y acordaron romper definitivamente.

- Apoderao, observo que Revillita tiene a su alrededor muchas mujeres bellas, quizá demasiadas, y no me refiero solo a Elenita, Martita, Amayita, también están Mari Pili Torresnos,  Mari Encarni y las chicas de la Peña Taurina Femenina Revillita... no habrá sido fácil de sobrellevar para Justinita, que estaba muy enamorada del maestro.

- No sé qué habrá visto Justinita en ese capullo.

- ¿Cómo...?

- Me refiero a que el concepto de Revillita es muy particular, nada fácil de entender por una persona más apegada al pragmatismo, como puede ser Justinita, que tiene una formación básicamente científica. Sin embargo, Revillita es un artista, un genio, y los genios tienen sus cosas para lo bueno y para lo malo. No obstante, debo romper una lanza en favor de Revillita, que tras esta separación tan dura me dijo: "Apoderao, estoy dolido por la ruptura con Justinita, pero creo que va a ser lo mejor para mí. Esa chica era muy rara."

- Totalmente de acuerdo con el maestro.

- Yo así lo veo..

(Fin).