Pamplona
(España), 9 de abril de 2009. La ciudad se viste de gala para asistir a la
presentación de la nueva fragancia Eau d'Enanito, creada por el célebre
banderillero de Revillita. No cabe ni un alfiler en el salón de actos del
Hotel Los Cencerros, donde se ha reunido la flor y nata de la jet-set:
políticos, diseñadores, modelos, actores, etc. Pero el personaje del día es
Enanito, y con él he charlado durante un buen rato para informar a los
lectores sobre su nuevo perfume, sus opiniones y otros aspectos de su
brillante personalidad.
-
Enanito, te felicito por el lanzamiento de tu nueva fragancia, es un día muy
importante para todos nosotros.
- Muchas
gracias, llevaba tiempo intentando crear un producto innovador y creo que lo
he conseguido.
- Tu
colonia es sencillamente exquisita y muy agradable.
- Sí,
tiene un aroma embriagador, pero si no te gusta no hay problema porque
además sirve como anticongelante.
- No me
digas.
- Y eso
no es todo, me ha dicho Melgibson que él la utiliza para desatascar el váter
y funciona de maravilla.
- Has
acertado de pleno con el nombre "L'arome de la seduction".
- Es un
nombre que refleja mi forma de ser en mis cuatro dimensiones, sí.
-
Enanito, tu historial como seductor comenzó cuando eras muy enanito, si me
permites el microscopio.
- Lo
recuerdo perfectamente, pero prefiero no dar detalles porque tengo mala
memoria y seguro que me olvido de casi todo.
- Muchos
piensan que para seducir hay que gastarse un dineral en moda: Armani,
Versace, etc
- A mí
no me hace falta, incluso seduzco más en pelotas, porque estoy muy bien
dotado de badajo, si me permites el tolón.
- De
acuerdo, pero también ayudará un Ferrari o un Aston Martin...
-
Innecesario, yo ligo un montón y suelo ir con el motocarro de Piensos
Camacho.
- ¿Cuál
es?
- Un
Vespacar 150 Interceptor.
- ¿El de
cuatro velocidades?
- Ése,
con molduras laterales.
- Ah,
bandido, tú siempre llevas las mejores cartas.
-
Hombre, no soy del género cabestro, evidentemente.
- ¿Qué
tal se desenvuelven los miembros de la cuadrilla en el terreno de la
seducción?
-
Bastante bien, aunque no descubro nada cuando digo que Gran Otilio, el latin
lover por antonomasia, es un auténtico fenómeno.
-
Cuéntame algo de Apoderao.
- Como
gestor de éxito que es, y además propietario de un Holding, tiene gran éxito
entre las mujeres. Ya sabes que las chicas siempre se han sentido atraídas
por los magnates.
-
¿Y Revillita?
- El
maestro tiene poco tiempo libre, ya que está muy concentrado en sus
entrenamientos, pero tiene bastante tirón entre las chicas cuando le
confunden con otro, incluso hay una Peña Taurina Femenina Revillita desde
hace tiempo, que es una peña con mucha solera. Sí, Revillita se defiende
bastante bien.
- No
debería entrenar tanto, su preparación resulta extenuante.
- Estoy
de acuerdo, Cegatito. Si es que no le sirve pa ná.
- Es un
diestro extraordinario. Me fascina su hieratismo.
-
Cierto, tiene mucho de eso, el imbécil.
-
Hablemos de Expertillo, un banderillero muy bien considerado por el público
femenino...
- Es un
depredador, domina toda la zona de Burgos con mano de hierro. No se le
resiste ninguna chica que esté dormida.
- Ellos
andan bien, pero tú eres un fenómeno. Tienes un instinto especial para
profundizar en la psique femenina.
- Sí,
puedo saber lo que piensa una mujer sólo con preguntárselo. Si no me miente,
claro.
- No es
fácil adivinar sus sentimientos más ocultos.
- Desde
luego, recuerda lo que dijo Confucio: "el alma de la mujer es inescrutable
para los que no lo sepan ni escrutar ni ná".
- Tú
siempre fuiste muy de Confucio.
- Sí,
desde chico mis ídolos son Confucio y los Hermanos Calatrava.
- Casi
nada. ¿Cuáles son tus aficiones?
- Suelo
practicar el ajedrez con guantes de boxeo, que tiene mucho mérito. También
disfruto yendo a las obras con los jubilados, me lo paso bomba diciendo a
los cabrones de albañiles que echen más cemento, no vayan a quedar flojos
los pilarotes.
- ¿Qué
más?
- Soy
aficionado a la lectura, los viajes, el fútbol… También me encanta follar,
sobre todo con mujeres.
- Porque
eres un hombre como Dios manda.
-
Cierto, yo siempre he respetado todas las tendencias sexuales, pero no me
van los mariconismos.
- Has
madurado mucho, Enanito.
- Sí, he
tenido una infancia muy alocada, llena de descontrol, hasta el punto de que
un día me comí un donuts sin mirarle previamente la fecha de caducidad.
- Me
espanta tu crudeza pero celebro que seas tan sincero para que los chicos
conozcan el lado oscuro y puedan evitarlo.
-
También acostumbraba a pincharles las ruedas a los autobuses urbanos.
- Te
afeo el comportamiento, Enanito, tú sabes que circular con las ruedas
pinchadas puede resultar muy peligroso.
-
Cierto, pero tenía la precaución de incendiar después los autobuses para
evitar ese peligro.
- Eso ya
es otra cosa, en el fondo no tenías ganas de hacer daño, aunque te
expresabas como un auténtico cabrón.
- Fueron
tiempos en los que me comportaba con mucho salvajismo y desinhibición, es
cierto.
- Luego
entiendo que no te inhibías.
- Las
coges al vuelo, Cegatito, no sé cómo lo haces. No me inhibía nada en
absoluto, mi rebeldía contra el mundo se reflejaba en todos mis actos,
incluso me ponía los calzoncillos del revés para protestar contra mis
propios ovoides.
- Tu
confesión desprende un dramatismo desolador, si me permites el
desprendimiento.
-
Reconozco que era un auténtico cabestro, un ser antisocial.
- Decían
en tu parroquia que pecabas de pensamiento, palabra y obra civil.
- Sí,
porque le mangaba los sacos de cemento a un albañil del barrio, y los tiraba
al río para hacerle de rabiar. Aunque debo decir en mi descargo que los
tiraba cuando no me veía la pasma, por no molestarles a ellos y obligarles a
hacer papeleo.
- Ya
tenías buen fondo, había un halo de esperanza, aunque no podemos obviar que
le dabas muchos disgustos a tu madre, la señora Isabel.
- Sí, me
llevó a muchos psicólogos pero no servía de nada, a todos les terminaban
dando los tres avisos.
-
Afortunadamente supiste evolucionar como persona, intuyo que has llevado a
cabo un exhaustivo proceso de búsqueda interior.
- Así
es, Cegatito, me he buscado mucho, hasta que finalmente me encontré.
- ¿Cómo
fue?
- En
agosto, un día que hacía un calor de cojones, y como me cantaban bastante
los pinreles, me fui orientando hasta encontrarme gracias al olfativo.
- Tienes
recursos para todo, te admiro.
- Me he
tenido que ir adaptando a las circunstancias de la vida, que no siempre ha
sido fácil.
- Sé que
pasaste momentos muy complicados.
- Sí,
durante un par de semanas estuve afectado por una enfermedad nefasta para un
seductor.
- ¿Qué
enfermedad es esa?
- Se
llama disfunción eréctil en lo de follar.
- Me
extraña, tú eres un tipo muy deportista y entrenado. ¿Cuál fue la causa?
- Según
le entendí al médico, yo tenía poco colesterol, pero se me acumulaba todo en
la punta de la cola, y debido al peso suplementario, no se me levantaba por
acción de la gravedad.
- Sí,
eso es lo que el calvo de la Fórmula 1 llama fuerza 2G, por lo menos.
- El
caso es que me puso un régimen con Danacol, Biomanán, Actimel y Estarlux, y
enseguida me curé. Más vale, porque si no, ya me veía yo encogidillo, sin reprís.
- En
aquella época abrazaste el budismo.
- Hay
una confusión, en realidad salía con una butanera que estaba buenísima, pero
yo soy muy católico. Por ejemplo, siempre que le he dado una paliza a algún
imbécil, enseguida he ido a confesarme, sin perder tiempo en llamar a la
ambulancia ni nada.
- Tu
humanidad me sobrecoge, Enanito.
-
Reconozco que soy buena gente.
- Y un
hombre culto, añado, porque sé que has llegado a componer bonitas poesías.
- He
hecho mis pinitos, y no me se daba mal del todo.
- Seguro
que entre tus creaciones tienes alguna favorita.
-
Recuerdo con especial cariño una que titulé "Oda al cabrón de mi padre", en
la que volqué todos mis sentimientos.
-
¿Podrías recitarme alguna estrofa?
- A ver
qué te parece ésta:
-
"Paaapa, si vuelves a dejarme sin paga,
juro por mis muertos que te inflo a hostias,
como que me llamo Enanito."
-
Resulta emocionante el lirismo que emana de cada verso.
-
Gracias, creo que siempre he tenido cierta facilidad para dejar hablar a mi
corazón, si me permites el miocardio.
- Te has
convertido en un ídolo de tu generación, o como dice Apoderao, "generation
ídol"
- Así
es, pero para llegar a serlo, he tenido que mejorar mucho como persona en
todos los aspectos.
-
Imagino que no habrá sido un tránsito fácil, Enanito.
- Por
supuesto, ha sido un tránsito duro, complicado, un tránsito intestinal, si
me permites la flora.
- Te
creo, pero tu esfuerzo es doblemente valioso, en esta época actual en la que
casi todo es falso y sin sustancia.
-
Vivimos en la era del plástico, Cegatito. Casi todo es de mentira.
- Qué me
vas a decir a mí, si hasta la pasma lleva las porras de goma. Pretenderán
dar miedo a Espinete y a Don Pinpón.
- Es lo
que yo pienso, si se te acerca un poli y no te jiñas de miedo, algo está
fallando en el sistema democrático. Lo que falla es que no hay respeto ni
educación ni nada, y así terminaremos dentro de poco en el caos y la
anorexia.
-
Enanito, tu fragancia me evoca aromas de Sevilla, de ese Parque de María
Luisa en primavera, las amapolas, los lirios, la explosión de vida que te
atrapa e impregna todo el alma.
- Eso y
que huele de cojones.
- Me
recuerda el aroma de mi niñez, cuando mi madre, después de echar de comer a
los cerdos, aprovechaba el pienso que sobraba para prepararnos unos
pastelillos deliciosos que no duraban en el plato ni una semana.
- Sin
duda os quería mucho, Cegatito.
- Los
aficionados que te han visto ante los toros, dicen que no le tienes miedo a
nada.
-
Agradezco el cumplido, pero admito que no es cierto, hay cosas que me dan
miedo.
- Por
ejemplo...
- Que se
me caiga encima un vagón del AVE, sobre todo si van dentro Demis Rusos,
Falete y Montserrat Caballé. Cada vez que lo pienso, me se aflojan las
membranas.
-
Normal. Enanito, se comenta que vas a lanzar una campaña de publicidad con
slogans muy rompedores.
- Sí, te
digo el primero: "Con Eau d'Enanito triunfarás aunque seas un cabestro".
- Me
gusta, lo encuentro muy acertado y con gran futuro, considerando el sistema
educativo que tenemos en España.
- A ver
qué te parece este otro: "Desde que me pongo Eau d'Enanito, no me se nota
que me cantan los pinreles cosa mala".
- Es
bueno, e irreprochable desde el punto de vista higiénico.
- Tengo
algunos más que iré sacando poco a poco, para ir enganchando al público,
tanto a los hombres como a las mujeres, pues son ellas las que suelen
comprar perfumes para sus maridos, novios, etc.
-
Enanito, seguro que ellas compran tu producto, dado tu éxito entre las
chicas, pues te hallas siempre en excelente forma. Me pregunto cómo
consigues mantener ese cuerpo tan atlético y atractivo, si me permites la
puntual pérdida de aceite.
-
Cegatito, mi secreto es la piscina, voy casi todos los días.
-
Entiendo, ¿cuántos largos nadas?
-
Ninguno.
- ¿Cómo
es eso?
- Es que
voy a la piscina, pero no a nadar, yo me apalanco en el jacuzzi y lo paso
bomba metiendo mano a las tías buenas, así que siempre me toca correr
delante de sus maridos, porque yo no soy de discutir y evito siempre la
polémica.
- Hay
hombres celosos en exceso.
- Claro,
es una cuestión de machismo asqueroso, se creen que la mujer es su posesión,
como si no pudiera ser de los demás. Francamente, no lo entiendo. No sé si
son celosos porque ellas les dan motivos, o si ellas les dan motivos para
fastidiarles por lo celosos y cabestros que son.
- Ésa es
la eterna pregunta, Enanito, ¿qué fue primero, el huevo o el gallináceo?
- He
dedicado mucho tiempo al estudio de esa cuestión y todavía no lo tengo
claro. Prefiero mantenerme al margen, es decir, marginalmente.
- Haces
bien.
(Fin)
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