(Melgibson es informático, dicho sea sin ánimo de
insultar, y desempeña el cargo de Jefe de los Servicios Médicos en la
cuadrilla de Revillita.)
Antes que nada, quiero expresar mi descontento por la decisión del Sr.
Canorea de no contratar a Revillita. Este hecho me ha dejado muy
consternado, es decir, con mucha consternación. Sin embargo, no voy a
permitir que la pena afecte a mi juicio y trataré de explicar a los
aficionados todos los detalles y repercusiones de una ausencia que afectará
negativamente a la Feria de Abril. Es preciso hacer las siguientes
consideraciones:
Primera. Cuando un diestro de la categoría de Revillita no torea en una
feria importante, es debido a dos tipos de causas:
a) endógenas (del griego "endoscopia", que significa tó pa dentro hasta
hacer tope)
b) exógenas (del griego "exagerao", que quiere decir más allá de Gerona)
Bien, hasta ahí me he lucido, pero una vez determinadas las causas, hay que
profundizar en todas las circunstancias del hecho.
Segunda. Cualquier aficionado sabe que cuando Revillita se templa con un
toro, desgrana un toreo tan puro y arrebatado que parece que no haya hecho
otra cosa en su vida que no sea desgranar y venga de desgranar. Incluso yo,
aunque soy muy frío, reconozco que cuando le veo torear también siento una
enorme desgana.
Tercera. Aquí no me se ocurre nada, así que paso a la cuarta sin más
depilación.
Cuarta. Dice el Sr. Canorea que no ha contado con Revillita porque sus
estadísticas no son lo suficientemente buenas. Yo le pregunto al empresario:
¿le parece correcto explicar la realidad mediante números?¿pueden las cifras
expresar el sabor de un buen vino, el olor de un perfume, o la belleza de
una mujer bravía, como por ejemplo Peligrosa Manoli, la última amante de
Gran Otilio? Por supuesto que no, como tampoco pueden abarcar la enorme
grandeza del toreo de Revillita, que es al toreo como Beethoven a la pelota
vasca, por poner un símil.
Quinta. El Sr. Canorea tiene reputación de hombre serio en los negocios,
aunque demasiado inflexible cuando toma una decisión. Yo le diría que es
bueno replantearse las ideas con frecuencia para generar nuevos puntos de
vista. Por ejemplo, mi madre era totalmente contraria al aborto, pero a
medida que fui creciendo y comencé a decir cosas como "sinergia" o "valor
añadido", fue cambiando de opinión, y es algo que todo el mundo valora
positivamente, incluso le regalan navajas de las grandes.
Sexta. LLevo tres días que no hago cacas. No sé si viene al caso, pero digo
esto porque no me gusta ocultar información.
Séptima. Ha declarado el Sr. Canorea que él arriesga su dinero, y por tanto,
debe confeccionar carteles que no le provoquen pérdidas. Debe saber este
señor que todavía ningún empresario ha perdido dinero con Revillita, y por
otra parte, si está pensando en posibles pérdidas antes de hacer los
carteles, demuestra poco espíritu empresarial, y como vulgarmente se dice,
se está poniendo la venda antes de tener el vendaje.
Octava. A lo largo de la Historia del Toreo, han sido los empresarios
poderosos quienes han vetado a los matadores que tenían fuerza y exigían
unas condiciones acordes con su posición de figuras. En esta ocasión,
Apoderao ha invertido totalmente la situación y ha sentado cátedra,
demostrando una personalidad propia sólo de los elegidos. Una vez más,
Apoderao va por delante de su tiempo y establece un nuevo estilo de
negociación basado en su proverbial creatividad, no en vano ha inventado
artículos extraordinarios como las botas katiuskas de rejilla o los
macarrones con aislamiento acústico, sin ir más lejos.
Novena. Para terminar, quiero destacar el comportamiento de Apoderao, que
una vez más ha actuado con el rigor y el acierto que le caracterizan.
Recomiendo al Sr. Canorea que reflexione sobre lo que dijo Apoderao en una
conferencia que pronunció recientemente en el Círculo de Economistas
Cabestros de Barbate: "La gestión empresarial sólo es equilibrada cuando los
activos circulantes renegridos circulan más que los activos que se están
quietos, o en su defecto, estáticos." A buen entendedor, sobran las
zanahorias.
Fdo.: Melgibson
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