Sevilla,
16 de septiembre de 2007. Se presenta la Peña Taurina Femenina Revillita, de
reciente formación, en el Hotel Colón, uno de los más prestigiosos de la
ciudad. El acto resulta multitudinario y exitoso, y una vez terminado, me
dispongo a charlar un rato con su Presidenta, Mari Encarni Gómez-Cencerro y
Solán sin Cabras.
- Señora
Presidenta, me gustaría hacerle una entrevista y unas fotos.
-
Encantada, pero procuren sacarme del lado bueno, que quiero quedar bien.
- No se
preocupe, me he traído a un gran profesional, Fernandito Huarte Yoldi, experto
fotógrafo y artista del Photoshop. Saca tan bien a todo el mundo que casi no
le han puesto demandas ni le han enviado muchas veces matones a casa.
- Me
quedo más tranquila.
-
Presidenta, tiene usted un nombre bastante largo.
- Así
es. Mis amigos, para abreviar, habitualmente me llaman Mari Encarni Gómez-Cencerro y Solán
sin.
- Eso ya
me parece mejor, y bastante inteligente, por cierto.
- Bueno,
vamos al tema.
- ¿Así,
en frío, sin tomar antes una copa ni nada?
- Me
refiero a la entrevista, cabestro.
- De
acuerdo. Disculpe el malentendido, pero su exultante belleza me ha
extorsionado, si me permite la erección.
- No se
preocupe, ocurre a menudo.
- Es
usted una mujer con mucha cultura y conocimientos inútiles de esos.
- Sí,
tengo tres carreras, y si no tengo más es porque hay profesores que no se
dejan sobornar fácilmente.
- Me
impresiona su capacidad intelectual tanto como su arrebatadora belleza.
-
Cegatito, es usted un adulador.
- Y
usted una chica preciosa.
- Y
usted un gilipollas.
- Por
supuesto. Cambio de tema, no quiero abusar de mis artes de seducción. Mari
Encarni, usted
se ha dedicado a muy variadas actividades.
- En
efecto, he organizado un campeonato de brisca, y
prácticamente todos los días sin falta, me echo una siesta de tres horas. También he participado en varios concursos de
Miss Lebrija, aunque siempre he quedado detrás de la penúltima.
- Sería
por culpa del peluquero, que no le acertaba el peinado.
-
Posiblemente. No tenía mucha pericia, y eso que era maricón perdido.
- ¿De
dónde le viene su afición a los toros?
- Mi
padre era empresario en el sector petrolero. Amasó una gran fortuna a base de trabajar muy duro, y un buen día compró una plaza de toros para encerrarnos en
los chiqueros cuando mi hermana y yo nos portásemos mal, que era casi
siempre. Total, de tanto andar por allí y relacionarnos con los vaqueros,
maletillas, etc., nos fue entrando el veneno y nos hicimos muy aficionadas
al toreo.
- ¿Cómo
se hizo usted seguidora de Revillita?
- La
primera vez que le vi torear fue por casualidad, o como diría Subterráneo
Pargen, "casualmenten". Acudí con mis amigas a un tentadero, pero no
sabíamos que intervenía el maestro. En cuanto abrió su capotillo para dar
unos lances de calentamiento, quedé embriagada por su torería, me hice
revillista hasta la médula.
- ¿Qué
destacaría de su toreo?
- Sobre
todo la elegancia. Revillita es elegante hasta manejando una motosierra.
-
Supongo que las directivas de su peña tendrán poco tiempo libre si acuden a ver
las diferentes actuaciones de Revillita.
- No
crea, afortunadamente Revillita se dosifica bastante, lo cual nos facilita
mucho a la hora de no seguirle.
- ¿Le
gusta más con capote o muleta?
- No
sabría decirle, porque torea de capa con un clasicismo extraordinario, y
con la muleta es muy poderoso y profundo. ¿Me preguntaba usted por José
Tomás, no?
-
Déjelo, continuemos. ¿Cómo se le ocurrió la idea de fundar la Peña Taurina
Femenina Revillita?
- Mi
hermana Mari Pili y yo queríamos organizar algo en torno a Revillita, y si
bien es cierto que existen en el mundo multitud de peñas de seguidores del
maestro, todas son convencionales, compuestas por hombres y mujeres. A mí me
pareció original crear una peña formada únicamente por mujeres, y también
quería inventarme algún sitio para poder mandar.
- ¿Cómo
fue acogida su idea en el ambiente taurino?
- Al
principio no nos hicieron mucho caso, pero desde que pusimos el bar con
barra libre, nuestra peña tiene muchos visitantes que vienen todos los días
un rato a hablar de toros y tomarse quince o veinte cubatas por la cara. Más
vale que la salida es cuesta abajo y con rampa, que si no...
- ¿Qué
actividades tiene previstas para los próximos meses?
- Me
gustaría hacer alguna exposición de pinturas con motivos taurinos, siempre
que se ocupe del tema otra, porque yo he fundado esta peña para presidirla,
no para trabajar.
- Intuyo
que será un éxito, porque está usted rodeada de directivas muy eficaces.
- Así
es, nuestra Junta Directiva está formada por chicas muy preparadas y con
gran afición a los toros. Ésa es la clave para que trabajen bien y yo no
tenga que dar ni golpe.
- Me
gusta su estilo de dirección, es usted una mujer que sabe delegar.
- Confío
en mi gente al cien por cien, eso es todo.
- No me
extraña que quiera hacer esa exposición, sé que es usted una apasionada de
la pintura.
- Sí, lo
soy desde pequeña, me he apuntado a muchos cursillos y alguna vez iba.
- ¿Qué
estilo pictórico le gusta más?
- No
tengo una predilección excesivamente acusada por ninguno, a la hora de
comprar un cuadro sobre todo intento que pegue bien con las cortinas.
-
Normal, eso es lo primero. ¿Quiénes son sus pintores favoritos?
- De los
clásicos me gusta mucho Leonardo da Vinci, el del código. Y de los
españoles, en mi modesta opinión el mejor era aquel capullo que pintaba los relojes
derretidos y
escachaos, como si los hubieran expuesto a la calor.
- Ése
era Salvador Dalí, un fenómeno. Veo que posee usted un fino paladar para lo
abstracto.
-
Natural, con esta pinta que tengo.
-
Supongo que una peña de envergadura como la suya, tendrá importantes gastos
de mantenimiento, organización de actividades, etc. ¿Cómo piensa hacer para
sostenerse económicamente?
- Muy
fácil, no pagando.
- ¿Y eso
está bien?
- Es lo
que hacía mi padre con sus proveedores, y a él le salió cojonudamente. Me
ilusiona seguir su ejemplo.
- Qué
bonito es ver que los hijos continúan la obra de sus padres. El mío era
maquinista de tren y yo siempre quise entrar en la Renfe, pero como veo lo
justo para no chocar con La Giralda, no pasé las pruebas físicas. Así que
encontré un buen puesto en el aeropuerto de Barajas como controlador aéreo y con eso me fui
defendiendo hasta entrar en el ABC, donde me tratan fenomenal, y no me riñen
ni cuando me descuerno contra las puertas de cristal.
- Parece
que las ponen con mala intención.
- Desde
luego. Me consta que usted es también muy aficionada a las carreras de
caballos.
- Sí,
antes iba mucho al hipódromo, pero un día, mientras paseaba distraída, se me
subió un jockey a la espalda y comenzó a atizarme con la fusta. Más vale que
el tío era un enano y le pude calentar el lomo a base de bien, si no, aún
estaría dando vueltas a la pista. Desde aquel día, voy muy poco, porque me
miran mal.
- Mari
Encarni, le encuentro cierto parecido con Enanito, el gran banderillero de
Revillita.
- Es
posible, quizá lo dice usted porque ambos somos de tez morena, pero yo creo
que me parezco bastante más a Jennifer López.
-
Totalmente, tanto usted como ella poseen una sensualidad latina de alto
voltaje, si me permite el transformador.
-
Cegatito, da gusto hablar con usted, su objetividad sitúa las cosas en los
términos exactos. Tal vez pueda ayudarme, quisiera pedirle su opinión sobre
un artículo que estoy escribiendo.
- Con
mucho gusto, cuénteme.
- Es un
artículo sobre cirugía, lo voy a titular "Cuando le seccioné la aorta, comencé
a preocuparme".
- El
título me gusta, aunque quizá yo le pondría "Cuando le seccioné la aorta, en
seguida dejó de preocuparse". Creo que es más preciso. Por cierto, no
sabía que usted hubiese estudiado cirugía.
- Yo
tampoco, la verdad.
-
Volvamos a la Peña, Señora Presidenta, ¿cuántas socias tienen, aparte de las
directivas?
-
Ninguna.
- ¿Pero
ninguna, ninguna?
- Eso
es, nadie, cero, que no se ha apuntado ni Dios, vamos.
- Luego
su potencial de mejora es extraordinario.
- Eso
es, figúrese usted, en cuanto se apunte la primera habremos dado un paso
adelante exponencial.
- Como
decía el astronauta, "un pequeño paso para el hombre y un gran paso para la
humanidad".
- Yo no
me fío de esos tipos, hay que ser bastante cabestro para irse al espacio
durante meses y perderse La Feria de Abril, San Isidro, etc. Pobres diablos.
- Mari
Encarni, tiene usted toda la razón. Además, se van a sitios donde no hay
gravedad y es materialmente imposible manejar un capote o una muleta
siquiera para torear de salón y matar el gusanillo.
- Creo
que se pasan la mayor parte del tiempo haciendo experimentos científicos y
otras sandeces por el estilo.
- Qué van a hacer si no se les
ocurre nada mejor. Siempre he pensado que a los astronautas, por muy bien
preparados que estén, les falta visión de conjunto de las cosas, como suele
decirse, los árboles no les dejan ver las ramas.
- Pues
sí. Al único que soporto es a Pedro Duque, parece bastante simpático, aunque
el anuncio de relojes que hace me parece muy normalito, me gusta mucho más
el de Apoderao.
- Por
supuesto, porque Apoderao es más guapo y todo el mundo conoce su capacidad
de gestión, es un hombre que transmite confianza. Por algo anuncia marcas de
prestigio, y
no cualquier cosa de los chinos.
- Le
diré una cosa, Cegatito: a mí ese Apoderao me podría vender hasta un libro
para leer, que yo se lo compraría gustosamente. Anda que no es majetón el
jodío. Si le soy sincera, uno de los motivos por los que he fundado la Peña,
es para tener más roce con Apoderao.
- En el
acto de presentación de la Peña, usted ha recitado un poema dedicado a este
gran gestor que me ha conmovido, Mari Encarni.
- Gracias, lo compuse yo misma
para ver si se da cuenta de mis sentimientos hacia él. ¿Quiere que lo recite
otra vez?
- Me
encantaría escucharlo, adelante por favor.
- Alla voy:
"Apoderao grande, bravío,
arrebatado ser que defiende a
su torero
en lo de empresarios y todo
eso.
Apoderao de clase innata,
porque de casta le viene al
galgo
¿o eran podencos?
es igual, de cualquier manera
serían putos perros,
Apoderao, siempre en mi mente,
Apoderao.
Porque eres fruta
prohibida,
te anhelo;
porque mis noches sin ti
son gélidas,
pero gélidas de cagarse,
te espero con la trenca
puesta;
porque eres gestor
moderno, ave de paso,
te pincho las ruedas del
motocarro;
por todas esas cosas que
te vi colgando...
no me jarto de
esperarte,
yo te espero sin
jartarme,
Apoderao, inaccesible,
siempre en mi mente, Apoderao.
Seguiré tu rastro por
los siete mares
aunque me se moje el
pelo;
te buscaré en cada
rincón y si es preciso
para hallarte,
removeré Roma con
Santander;
no me detendré, no
dormiré, no descansaré,
no me cambiaré de
calcetines, y ojo,
que me cantan de lo
lindo los pinreles,
hasta que tú y yo seamos
uno,
torrente de aguas
apasionadas desembocando en lo que viene siendo
la desembocadura, de ahí
su nombre.
No me juyas, Apoderao,
no me juyas:
como te pille contra la
pared,
te vas a enterar de lo
que vale un peine."
-
Sensacional, Mari Encarni, no me pongo a llorar de emoción porque no le he hecho ni puto caso, pero ha estado usted a la altura del personaje.
- Gracias, es lo menos
que se merece Apoderao.
-
Revillita se rodea de los mejores, no estaría donde está si no cuidase hasta
el mínimo detalle.
-
También me encanta Subterráneo Pargen, su forma de lidiar a los toros desde
el semisótano es impresionante.
- Pargen
es tan grande que no tendrá sucesores, le digo yo que su arte morirá con él.
- Dios
quiera que falten muchos años para eso.
- Como
no le entierren muy profundo, éste es capaz de salir.
- Si le
ponen un toro cerca para agarrarse a las patas, seguro que tira para arriba.
-
Casta
torera se llama eso.
- Y
ganas de tocar los huevos. Lo
cierto es que Revillita ha conseguido formar una cuadrilla excelente. Cada
uno en lo suyo, todos cumplen a la perfección, aunque a mí personalmente,
hay uno que me da bastante miedo, Asesino Pelines. Su mirada es aterradora,
por no hablar de su capacidad para disparar a la mínima ocasión que se le
presenta.
-
Pelines tiene mala fama, pero es un hombre de gran corazón. Siempre que ha
disparado a alguien, se ha cerciorado de rematarlo para que no sufra.
- Eso ya
está mejor.
- Mari
Encarni, me gustaría terminar la entrevista con unas preguntas rápidas sobre
varios temas.
- Remate
usted.
- Dígame
el título de un libro que le haya gustado.
- De eso
no gasto.
-
Alguien ejemplar.
- Mi
padre, todos los años estrena un Mercedes.
- Una
ilusión.
- Gozar
con Apoderao las mieles del desenfreno.
- Una
habilidad.
- Se me
da muy bien terminar las botellas de Veterano. También empezarlas, claro.
- Una
ciudad donde vivir.
- No sé,
dudaría entre Nueva York y Calasparra, ambas tienen un magnetismo especial
que me subyuga.
- La
felicito, Mari Encarni. Ya veo que no es usted una de esas pijas que se
pegan una semana en los hoteles de cinco estrellas de Calcuta, y cuando
vuelven dicen: “La India me ha fascinado, o sea”.
- Por
eso se vienen echando hostias, las jodías.
-
Prosigamos. Un sueño no cumplido.
- Bailar
“El lago de los cisnes”, si es posible con casco y rodilleras. Y en terreno
blando.
- Una
pesadilla.
- A
veces sueño que Asesino Pelines ha exterminado a toda la población de
jabalíes del planeta y viene a por mí. Es horrible, me despierto bañada en
sudor.
- Su
mejor momento.
- El
primer año en que
participé en el concurso Miss Lebrija y no me arrojaron cosas muy grandes.
- Una
causa que defender.
- La
vitamina C, es fundamental para tener vitaminas y todo eso.
- Un
paisaje.
- Marina
D’Or.
- Un
partido político.
-
Cualquiera, mi padre se lleva muy bien con los que mandan en todos ellos.
- Una
comida.
- Los
huevos fritos con tomate, chorizo y un buen trozo de tocino para pringar. De
postre, un par de yogures Vitalínea, soy muy estricta con mi dieta.
- Una
película.
- Las de
Pajares y Esteso, yo es que me mondo con esos dos.
- Una
espina clavada.
- Me
hubiera gustado dedicarme a la publicidad y la moda, desfilar para Versace,
Armani, Valentino, etc., pero únicamente pude hacer un anuncio para una fábrica de
piensos compuestos, y créame, eso era muy duro de masticar.
- ¿Más
que una hamburguesa del Mc Donalds?
-
Parecido.
- Le
acompaño en el sentimiento. Un lugar para descansar.
- Con
seis o siete cubatas encima, cualquier sitio es bueno.
- Un
deporte.
-
Últimamente sigo las carreras de Fórmula 1, sobre todo para ver a Gran
Otilio, el carismático latin lover, aunque lo paso muy mal con Hamilton, yo
creo que ese maleducado quiere ganarle a Alonso.
- ¿Tal
vez lo intuye porque corre más?
- Pudiera ser.
- A
usted no se le escapa una. Dígame un
cantante.
- Cañita
Brava. Me parece clavadito a Elvis Presley, quizá un pelín más bajo.
- ¿Con
quién tomaría un desayuno con diamantes?
- Con diamantes.
- Sí,
pero ¿con quién?
- ¿Con quién qué?
- No
puedo más, Mari Encarni.
- Pues
vamos a la Peña y vaciamos una de JB.
- A la
orden, Señora Presidenta.
(Fin).
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