Ficha personal.
Nombre:
Manuel Fernández.
Titulación: Doctor
en Psiquiatría Clínica por la Universidad de Harward (Pontevedra).
Doctor
en Psicología Industrial (este título se lo hizo él mismo, con el Photoshop).
Master
Postgrado en Psicología Industrial (éste se lo dieron a cambio de un tractor
Massey Ferguson seminuevo).
Cargo
actual: Catedrático de Psiquiatría Sobrante en la Universidad Complutense de
Madrid (por las mañanas) y Director de Recursos Inhumanos en Masajes Vanessa
(por las noches).
Aficiones: Ir a coger setas (al frigorífico) y el voleibol con escafandra.
Sevilla,
14 de mayo de 2007. Don Manuel Fernández, el célebre psiquiatra español, ha
publicado un libro titulado "Patada en los ovoides: efectos secundarios y
fatiguitas derivadas", en el que explica el comportamiento de los seres
humanos sometidos a situaciones de extrema presión, como los altos
ejecutivos, deportistas de élite y los toreros. Respecto a estos últimos, el
Doctor Fernández ha estudiado durante varias semanas a Revillita y su
cuadrilla y ha obtenido resultados demoledores, que aparecen en el Capítulo
17, "Cuando la realidad supera a la ficción, tristemente". Como Don Manuel
es además un aficionado cabal al toreo y fundador de una Peña Taurina, no
resisto la tentación de hacerle una entrevista que a buen seguro disfrutarán
mis lectores.
- Don
Manuel, usted es socio fundador de la Peña Taurina "El Cencerro", ¿cómo se
le ocurrió ese nombre tan cabestro, si me permite la incorporación?
- Cuando
terminé mis estudios, decidí tomarme un tiempo de descanso y me pegué seis
años de fiesta, visitando las ferias taurinas de España, Francia y América.
Trabé amistad con Florito, el gran cabestrero de la Monumental de Las
Ventas, y durante varios meses analicé el comportamiento de los bueyes, que
es muy similar al de los humanos, excepto que ellos no tienen carnet de
conducir. Como el alegre sonar de los cencerros me gustaba una jartá, decidí
poner ese nombre a la Peña Taurina que fundé en aquellos tiempos, y que
continúa en la actualidad.
- Yo
había oído que el nombre de Cencerro se le ocurrió a una antigua novia suya
aludiendo al generoso tamaño de su badajo, Don Manuel.
- Es un rumor, que podría ser cierto
perfectamente, pero no me gusta presumir. En cualquier caso, que cada uno
piense lo que le parezca.
- ¿Por
qué se decantó usted por la Psiquiatría, Doctor Fernández?
- Eso
mismo me pregunto yo, con lo aburrido que es esto de los locos. Hay días que
salgo de trabajar con la sensación de no haber hecho nada, y eso que me pego
allí al pie del cañón tres cuartos de hora como un clavo.
- A mí
se me harían eternos.
- Así
es, pero soy un profesional y tengo que pagar las letras del Mercedes.
- Don
Manuel, su carrera está jalonada de éxitos en el campo de la Psiquiatría.
- Si
usted lo dice, yo no voy a llevarle la contraria.
- Le veo
tan elegante con esa bata blanca, que no me cabe duda de que es usted un
doctor de los buenos.
- Lo
cierto es que la llevo con un garbo y una chulería insuperables, sí.
- Sin
embargo, dicen algunos de sus colegas que está usted un poco loco, porque
tiene la manía de aparcar el coche golpeando contra todo lo que hay
alrededor.
- En
esto hay una confusión, ocurre que mi coche tiene alguna avería en el
circuito hidráulico de los frenos y a veces me falla al frenar. Llevo varias
semanas pidiendo hora en el dentista para que me lo arreglen, pero me dan
largas, yo creo que no lo quieren mirar. Gentuza.
- Usted
estudió hace años el comportamiento de los monos, ¿le sirvieron aquellos
estudios a la hora de analizar a Revillita y su cuadrilla?
-
Totalmente, cuando redacté el informe final sólo tuve que cambiar las fotos.
- Luego
podemos pensar que estos irrepetibles sujetos son el eslabón perdido entre
el hombre y el mono.
- Sí,
pero están bastante más cerca del puto mono.
- Sus
palabras me reconfortan, yo me siento más tranquilo descendiendo del mono
que, por ejemplo, de un experto en informática.
- Usted
y cualquiera que sea medianamente normal.
- Me
gustaría conocer detalles sobre el tema que nos ocupa. Tal vez sometió a
estos longanizos a pruebas grafológicas para conocer determinados aspectos
de su personalidad.
- Esa
era mi intención, pero tuve que conformarme con la prueba de la "O" y el
canuto, que se les atragantó a varios. No obstante, obtuve datos
interesantes.
- Le
admiro, Don Manuel, usted siempre obteniendo datos.
- La
investigación es lo que tiene, Cegatito, que no sirve para nada, pero te
jartas de obtener datos para que te firmen los albaranes y poder cobrar.
-
Doctor, creo que las conclusiones del famoso capítulo 17 van a levantar
ampollas entre los seguidores de Revillita y su cuadrilla.
- Si es
así, lo siento, pero me he limitado a las pruebas psiquiátricas estándar.
Para ser suave, le diré que estos ejemplares tienen más averías que la sala
de máquinas del Titanic.
- ¿Tan
mal están los jodíos?
- Dicen
que Dios creó el mundo en seis días, pues bien, yo creo que a los
antepasados de todos estos los debió crear el sexto día y a última hora,
sonando la sirena.
-
Entiendo que la situación es dramática, incluso veo peligrar el futuro
profesional de esta gente.
- No se
preocupe, estos se pueden colocar en un circo sin problemas.
- Don
Manuel, en uno de los párrafos escribe usted "el patrón de conducta de
Enanito sugiere una personalidad desestucturada, altamente voluble y
tendente a la autodestrucción en un futuro próximo. Estaría mejor atado."
-
Correcto, ése es mi diagnóstico.
- Me
parece bastante duro con Enanito, pero tras leer lo que escribe usted de
Angelito Pargen, me quedé francamente preocupado. Voy a entresacar un solo
párrafo a modo de muestra: “Subterráneo Pargen presenta un comportamiento
irascible por momentos, completamente desarticulado y con una agresividad
enorme contra sus semejantes, lo que le convierte en altamente peligroso.
Conviene sacrificarlo.”
- No
quiero ofender a nadie, pero estos cenutrios son irrecuperables.
- Me veo
en la obligación de pedirle datos más concretos, si no le importa.
-
Ejemplo al canto: Revillita dice que es alérgico al Renault Megane.
- Mal
empezamos.
-
Enanito no utiliza la llave inglesa porque anda muy justo en idiomas.
- Esto
se complica.
-
Subterráneo Pargen ha demandado al Grupo Piaggio porque la Moto Vespa no
tiene salida de emergencia.
- Pues
sí que está la cosa fea, ¿ha pensado usted en someterles a un tratamiento de
choque mediante rayos, a base de isótopos?
-
Desconozco quiénes son esos isótopos, pero sin les han puesto ese apodo,
seguro que andan todo el día metidos en peleas. No quiero saber nada.
- Me
estoy asustando, creo que será mejor terminar con la entrevista, pero antes
me gustaría que usted hiciera, a modo de resumen, un breve bosquejo sobre
cada uno de estos hortalizos.
- Por mi
parte no hay ningún problema. Bosquejando, que es geranio.
-
Arránquese Doctor.
- Don
Manuel, me quedo de piedra.
- Hay que pasar página. Vamos a tomar unos cubatas, invito yo.
- Así se habla, Doctor.
(Fin). |